Directorios y compliance “de papel”

Sep 17, 2024

Los invitamos a leer la columna escrita por nuestro socio, Rodrigo Albagli, sobre la importancia del compliance en las empresas a raíz de la nueva Ley de Delitos Económicos en Chile.

En septiembre entró en vigencia la nueva ley de delitos económicos, una normativa que, sin duda, ha impulsado a las empresas de nuestro país a avanzar con más fuerza y velocidad en la gestión de la integridad y las buenas prácticas.

Hoy la gran mayoría de las compañías grandes e incluso medianas cuenta con un modelo de prevención de delitos, ya que muchos directorios han comenzado a involucrarse más activamente en cómo sus organizaciones mitigan riesgos y protegen su activo más relevante y frágil: su reputación.

Sin embargo, aunque se ha avanzado, es muy importante que los directorios se aseguren de que sus empresas no hayan construido un modelo de prevención meramente cosmético o “de papel” y, para ello, la clave está en su efectividad. Es ahí donde se revela la real voluntad de la empresa de avanzar hacia mejores prácticas y una cultura ética sólida.

¿Y por qué es importante? En primer lugar, porque un programa de prevención de riesgos efectivo será la principal defensa que tendrán las compañías en caso de que se cometa un delito dentro de su organización y evitar potenciales multas o incluso penas de privación de libertad.

Pero también, y quizás aún más importante, porque la evidencia práctica demuestra que una sólida cultura ética y de compliance, apoyada y promovida por el directorio de las compañías, deviene en mejores indicadores de innovación, adaptabilidad, lealtad de colaboradores, atracción de talento, satisfacción de clientes y reputación, entre otros resultados.

Para asegurar la efectividad de un modelo de prevención o un programa de compliance no hay recetas, en esto no existe el copy-pasteEl compliance es un traje a la medida de cada organización. Mucho dependerá de su industria, tamaño, riesgos del negocio, entre muchos otros factores. Sin embargo, existen herramientas comunes que todas las compañías deben incluir en sus programas de prevención de riesgos para tener una base sólida.

En primer lugar, es fundamental realizar un due dilligence para identificar potenciales riesgos que podrían convertirse en la consecución de delitos. En este aspecto, es muy importante tener en cuenta que no es suficiente con sólo mirar hacia el interior de las organizaciones, sino que también en el ecosistema en el que se mueven: socios, proveedores, contratistas, etc.

El segundo elemento clave es capacitar a las personas de todos los niveles de la organización, para crear una concientización en torno a los potenciales riesgos y las consecuencias que pueden tener, tanto a nivel personal, en el caso de los ejecutivos, como a nivel organizacional. Lo importante en términos de eficacia es que, en lugar de entregar a los empleados contenido meramente normativo, se intente que exista una comprensión de los temas y de cómo determinadas regulaciones o políticas se aplican al trabajo cotidiano, de modo que influyan en su toma de decisiones.

También es muy importante contar con canales de denuncia confiables y efectivos, que permitan no sólo adoptar acciones rápidas en caso de la consecución de un delito, sino que evitar en lo posible todo tipo de riesgo. Para que el canal de denuncia sea una herramienta efectiva debe, además, promoverse su uso responsable. En este sentido, algunas empresas apoyan esta herramienta mediante campañas que promueven la correcta utilización de estas líneas de denuncia.

Finalmente, es fundamental que las empresas cuenten con un directorio alineado con el programa de prevención de riesgos. El liderazgo de las empresas tiene hoy un rol clave en apoyar su desarrollo y, sobre todo, en comunicar a través de toda la empresa la importancia que tiene la prevención. Además, es muy importante que se impulse desde el directorio una medición continua, que permita no solo visualizar los avances, sino que también identificar aquellos aspectos que se deben mejorar.

El liderazgo de las empresas debe hoy cumplir un rol clave para que no contemos con modelos de prevención “de papel”. Esto permitirá a los miembros del directorio no sólo cumplir con su deber de actuar con la debida diligencia en la supervisión de los negocios, sino que también contribuir a que la organización mejore internamente, lo que finalmente deviene en que contemos con un país con mayor probidad y transparencia.

Fuente: El Líbero, 4 septiembre. [Ver aquí]

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