La nueva regulación resalta la necesidad de que las empresas del sector implementen modelos robustos de prevención de delitos y gestión de riesgos.
La industria de la salud enfrenta un panorama regulatorio cada vez más exigente y en constante evolución. Esto se evidencia con la entrada en vigencia de la Ley de Delitos Económicos que está redefiniendo las políticas de cumplimiento en el país.
Esta normativa introduce un régimen especial de determinación de penas para los llamados “delitos económicos“, ampliando el catálogo de delitos por los que las empresas pueden ser penalmente responsables.
Esto representa un avance crucial en la promoción de la ética empresarial en Chile, alineando las prácticas locales con los estándares internacionales.
¿Cómo impacta la norma en la industria de la salud en Chile?
La normativa ahora penaliza con mayor severidad conductas como la fabricación o venta de sustancias medicinales adulteradas o deterioradas, y sanciona a quienes utilicen, ofrezcan o comercialicen productos patentados de manera indebida.
Además, se imponen sanciones estrictas para el manejo de residuos peligrosos sin las autorizaciones correspondientes.
Estos cambios en la legislación resaltan la necesidad de que las empresas del sector salud implementen modelos robustos de prevención de delitos y gestión de riesgos.
Asimismo, con la salud pública como bien jurídico protegido, las organizaciones deben cumplir con estrictos estándares éticos y de transparencia para evitar riesgos reputacionales y sanciones que pueden ir desde multas hasta la suspensión de actividades o incluso sanciones penales.
Además de los desafíos normativos, el sector salud enfrenta oportunidades y riesgos relacionados con los avances tecnológicos, como la inteligencia artificial, la robótica y la telemedicina.
Estas innovaciones tienen el potencial de mejorar significativamente el acceso y la calidad de la atención médica, pero también requieren una constante revisión y actualización de las políticas de cumplimiento para garantizar la seguridad y la privacidad de los datos.
En este contexto, es esencial que las empresas en el sector de la salud cuenten con programas de compliance efectivos, especialmente en áreas como la provisión de productos farmacéuticos y dispositivos médicos solicitados por la red pública de servicios de salud.
Sumado a estas dos áreas, las interacciones en licitaciones, como las realizadas por la Central Nacional de Abastecimientos de Servicios de Salud (Cenabast), son de particular interés y requieren una gestión cuidadosa de los riesgos inherentes.
En resumen, los cambios regulatorios recientes en Chile imponen nuevas exigencias a las empresas de la industria de la salud, que deben adaptar sus políticas y protocolos de cumplimiento para alinearse con las normativas vigentes.
Fomentar una cultura corporativa de integridad y transparencia será clave para afrontar estos desafíos y aprovechar las oportunidades que ofrece este dinámico sector.
Para obtener más información sobre estos temas pueden contactar a:
Antonio Rubilar | Socio | arubilar@az.cl
Dafne Guerra | Directora Life Science y Libre Competencia | dguerra@az.cl
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