Los invitamos a leer la entrevista realizada por LexLatin a nuestro director de Compliance, Yoab Bitran, dónde comentó los desafíos de América Latina en materia de cumplimiento y las empresas chilenas a raiz de la nueva Ley de Delitos Económicos.
El nuevo director de Compliance de AZ tiene la misión de convertir al despacho chileno en un referente regional en mejores prácticas. ¿Cuáles son los desafíos de América Latina?
La corrupción es un tema sensible en la mayoría de los países de la región: América Latina tiene un índice de percepción de la corrupción de 43/100, según datos del último reporte de la organización Transparencia Internacional. El común denominador, en casi todos los casos, es el debilitamiento de los sistemas judiciales.
“En cada protesta masiva a lo largo de la región salen reclamos sobre la corrupción. Si bien varios países están avanzando con reglamentaciones, la ley es una herramienta de contención: el principal desafío está en cómo se aplica esa ley. Hay una expectativa de que habrá una primavera de mejores prácticas éticas y anticorrupción en los países donde surgen estas regulaciones”, señala Yoab Bitran, quien acaba de ser anunciado como el nuevo director de compliance de Albagli Zaliasnik.
En materia de riesgos, no solo la corrupción desafía los negocios de la región, sino también el tráfico de influencias y el lavado de activos, y a estos se suman algunos nuevos —“bastante globales”— como ciberseguridad y protección de datos, que hace 20 años figuraban en las listas de prevención.
Para Bitran, si se considera al compliance desde la perspectiva de la cultura ética, los desafíos de las empresas se reducen.
“Si uno observa escándalos corporativos, las empresas que incurrieron en casos de malas prácticas tenían el checklist del compliance, pero les faltaba el corazón: la cultura ética. El checklist hay que tenerlo porque las reglas son importantes, pero por sí solas no generan el cambio que queremos. La cultura ética se vuelve fundamental”.
Estos escándalos, como Lava Jato, explica el abogado, tuvieron en común que sus programas de compliance tenían metas muy ambiciosas o poco razonables, de acuerdo con los expedientes.
“Aquellos colaboradores que habían expresado opiniones divergentes o dudas por temas éticos y regulatorios tuvieron represalias, fueron ignorados o echados. La falta de una cultura de speakout puede hacer mucho daño. Luego, esas mismas organizaciones se defienden diciendo que quienes incurren en los delitos son un grupo de manzanas podridas, malintencionadas, pero al final de los casos queda demostrado que no se trataba de un grupo, sino un árbol podrido, y ese árbol es la cultura. La mala práctica ocurre gracias a la cultura y a pesar de ella”, analiza Bitran.
El capítulo chileno
“Gracias a movimientos como Me too o Ni Una Menos, vemos que en el centro de las empresas se ha tomado conciencia de nuevos riesgos, como el acoso laboral. No se trata de que estos riegos no existieran antes, sino que afortunadamente se ha tomado conciencia ahora. En Chile, una de las leyes más importantes de los últimos tiempos es la Ley Karin”, detalla Bitran.
A su vez, destaca la incidencia de la Ley de Delitos Económicos, que acaba de entrar en plena vigencia el 1° de septiembre en Chile.
“De alguna manera, entra en el contexto de normativas similares a otros países, que muchas veces se gatillan por el acceso a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico. La OCDE los fuerza a responsabilizar de forma penal o administrativa a las empresas, a las personas jurídicas, por delitos que ocurren en su interior. En este sentido, en términos regulatorios, hay bastante alineamiento en la región”, explica.
Con la entrada en vigencia de la Ley de Delitos Económicos de Chile, que tipifica delitos vinculados con la actividad empresarial y amplía la responsabilidad a personas jurídicas, el catálogo de delitos se amplió a más de 250.
“La ley es una herramienta y estamos por ver si es eficaz o no. Hay que entender que surge en un clima bastante caliente, de cierta efervescencia y estallido social, en el marco de escándalos políticos por financiamiento ilegal”, amplía el abogado.
Más allá del checklist
“Un programa de compliance no sirve de nada separado de las operaciones, tiene que estar completamente compenetrado con el negocio para que los colaboradores no lo vean como un obstáculo o como un freno, sino más bien como un partner estratégico y una ventaja competitiva. Por eso, lo más desafiante no es crear y aplicar un programa de compliance, sino crear una cultura ética”, opina.
Para medir la efectividad de un programa de compliance, el compliance tiene que ser parte de la mesa en la que se toman decisiones. Ahora bien, ¿qué sucede cuando esas decisiones éticas entran en conflicto con los resultados financieros?
“Es posible que haya decisiones que en el corto plazo sean menos rentables en razón de consideraciones éticas. Sin embargo, hay bastante evidencia que muestra que, en este cambio generacional que hay en el mundo del trabajo, consumidores e inversionistas tienen en cuenta la reputación de las empresas. Por eso, es más rentable hacer lo correcto de manera sostenida. Las empresas con cultura ética y programas efectivos son más rentables. Los programas de compliance deben ser evaluados y medidos; hoy día los mejores estándares están en la guía del Departamento de Justicia de los Estados Unidos”, comparte.
El perfil de Yoab Bitran
Yoab Bitran estará a cargo de diseñar una propuesta de valor basada en la prevención y gestión activa de los riesgos legales, regulatorios y reputacionales de las compañías y organizaciones de Chile.
“Me entusiasma mantener y potenciar el liderazgo de AZ en nuestro país y convertirnos en un referente regional en mejores prácticas de compliance. La firma ha sido pionera y visionaria en la región, por eso para mí es un gran desafío profesional. Tenemos la oportunidad de incidir de forma importante en elevar los estándares de ética en Latinoamérica, aprovechando, además, nuestro rol como fundadores y coordinadores de la plataforma Compliance Latam”, adelantó sobre su rol el magíster en Derecho Penal de los Negocios y de la Empresa (Universidad de Chile).
Junto a Rodrigo Albagli, socio del despacho chileno, Yoab liderará el departamento de compliance con una misión: poner al servicio sus 15 años de experiencia para promover el liderazgo ético y las mejores prácticas en empresas y organizaciones.
Yoab Bitran es abogado y magíster en Derecho Penal de los Negocios y de la Empresa por la Universidad de Chile. Además, tiene un LL.M en Boston University. A lo largo de su carrera se ha desempeñado como director académico del Diplomado Compliance LatAm de Thomson Reuters y ha sido profesor del Diplomado Legal Management Program LatAm de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
