A las 9 am en punto de este jueves 3 de noviembre, vestido de camisa celeste y acompañado del penalista Rodrigo Avila, desde las oficinas del estudio de abogados Ortiz & Cía., se presentó a la audiencia de formalización Octavio Gamboa, ex socio de la gestora Swell quien en julio de 2021 se autodenunció por presunta estafa. También se veía en pantalla -desde otro lugar- al exempleado y contador de la compañía, Michael Suárez.
Defensa: apelará “cuanto antes”
Tras enumerar sus argumentos, el fiscal pidió prisión preventiva para Gamboa y arresto domiciliario total para Suárez.
La defensa de Suárez, representado por Carlos Cáceres, no se opuso a la medida cautelar, mientras que el abogado de Gamboa, Rodrigo Avila, se mostró contrario a la gravedad de la medida, sobre todo, dijo, por la irreprochable conducta anterior del imputado, la intención de resarcir el daño causado y porque no existiría un peligro de fuga.
Sin embargo, el juez desechó esos argumentos y decretó arresto domiciliario total para Suárez, y prisión preventiva para Gamboa, quien pasado el mediodía del jueves fue trasladado a una celda en el Anexo Penitenciario Capitán Yáber. Fuentes de la defensa adelantan que apelarán a la medida cautelar “cuanto antes”.
El tribunal dio 180 días a la Fiscalía para investigar. Por ahora, el Ministerio Público seguirá indagando los nuevos antecedentes de la carpeta, y tratará de dilucidar el rol de los otros empleados y socios de Gamboa que habrían actuado como cómplices, según acusan los querellantes del caso.
En la audiencia también estuvieron presentes los abogados Jaime Winter y Loreto Hoyos por Sartor; Rodrigo Zegers y Braulio Carrasco por Swell y Javiera Venegas por Tanner.
Consultado el abogado Jaime Winter, señaló a DF MAS que “con esta decisión el tribunal ha dejado clara la gravedad que este tipo de delitos tiene para nuestro sistema económico y la confianza de los inversionistas. Es fundamental que estos hechos se tomen en serio y que no haya duda de que debe haber igualdad en el tratamiento de los delitos de cuello y corbata con los delitos comunes”.