“El riesgo que se veía era que los excesos en causas relevantes escondían excesos aún más graves por parte de algunos fiscales en causas de ciudadanos anónimos […] Fiscalía de Asuntos Internos, si bien no soluciona el problema, es un primer paso para solucionar algo evidente: los fiscales no están por encima ni debajo de la ley y, por ende, una instancia independiente debe conocer de eventuales irregularidades en que incurran”, afirmó el socio Gabriel Zaliasnik.
Fuente: El Mercurio, 24 de julio de 2019.