Nuestro director David Ancelovici se refiere al convenio que entró en vigencia el pasado 1 de enero y que reduce la carga impositiva a los flujos.
El 1 de enero de este año partió con aires renovados para los inversionistas estadounidenses en Chile. En aquella jornada entró en vigencia el esperado convenio que evita la doble tributación para inversiones y contribuyentes de ambos países, luego de más de una década de tramitación en los congresos de ambas naciones.
Entre los principales efectos prácticos, destaca por ejemplo la reducción del impuesto de retención a los dividendos desde 30% a 5%, la rebaja de la carga total a un accionista desde 44,45% a 35%, y que los servicios transfronterizos pasarán a estar exentos de las tasas de retención, por citar algunos.
En el mundo tributario y legal sacan cuentas alegres de los primeros tres meses de vigencia del convenio, constatando mayor actividad en ese mercado, asociaciones con estudios en suelo norteamericano, más inversiones y cambios de domicilio tributario hacia ese país.
Solicitudes de antecedentes
Para el director del Grupo Tax de az, David Ancelovici, un tema que ha resaltado en las consultas son los procedimientos de intercambio de información establecidos por el convenio, ya que ahora el Servicio de Impuestos Internos (SII) tiene la capacidad de solicitar información al Internal Revenue Service (IRS) sobre inversionistas chilenos que han tributado en EEUU.
“El SII podría solicitar información sobre los pagos de impuesto adicional realizados por inversionistas chilenos a través de entidades financieras estadounidenses, incluso si dichos montos no han sido declarados en Chile”, observa, apuntando a otra consecuencia de esta norma: “Existe un mayor ánimo de regularizar inversiones en EEUU”.
Fuente: Diario Financiero, 01 de abril de 2024.